Películas de juicios, los dramas más emocionantes del cine

Marina Such

Periodista especializada en series, aunque en otra vida también escribió sobre baloncesto y astronomía.

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Algunas de las mejores películas de la historia están protagonizadas por abogados y transcurren durante un juicio, y AXN Movies tiene un ciclo que demuestra todas las virtudes que enganchan al público.

Especialmente, las que llevaron a estas películas a ser unas de las más taquilleras durante la década de 1990, cuando llegó como un vendaval un ex abogado y parlamentario del estado de Mississippi llamado John Grisham. Entre 1993 y 2004, las nueve películas que se produjeron adaptando sus libros fueron verdaderos taquillazos y, en ocasiones, hasta consiguieron nominaciones a los Oscar, como ocurrió con La tapadera y El cliente. Y, de paso, lanzaron la carrera de un tal Matthew McConaughey.

La exitosa carrera como novelista de Grisham empezó con Tiempo de matar, adaptada en 1996 con Joel Schumacher en la dirección y con un entonces semidesconocido McConaughey como el abogado sureño protagonista que defiende a Carl Lee Hailey (Samuel L. Jackson), un hombre negro que mata a los dos blancos que violan a su hija de diez años. En un ambiente de represalias del Ku Klux Klan y con mucha tensión, que recuerdan a los peores momentos de las leyes de segregación racial de los 50 y los 60, su personaje, Jake Brygance, y su ayudante, a quien interpretaba Sandra Bullock, se enfrentan en el tribunal con un fiscal encarnado por Kevin Spacey, en la cresta de la ola de su popularidad noventera tras Sospechosos habituales y Seven.

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Tiempo de matar

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La película fue un enorme éxito que confirmaba el idilio del público no solo con el género de las películas de juicios (como Presunto inocente, Algunos hombres buenos o Las dos caras de la verdad, otros estrenos de la primera mitad de la década) sino, específicamente, con las historias salidas de la mente y la experiencia laboral en los tribunales del sur de Grisham. La primera adaptación de su fue La tapadera (1993), dirigida por Sydney Pollack y con Tom Cruise, Gene Hackman y una Holly Hunter que fue nominada al Oscar a la mejor actriz secundaria, y el interés de la academia de Hollywood se repetiría con El cliente, de 1994, también con Schumacher al frente (antes de hacerse cargo de la franquicia de Batman). Pero es que aquella película contaba con dos actores que venían de sendas nominaciones al Oscar: Susan Sarandon (candidata por Thelma & Louise y El aceite de la vida, y que lo ganaría por Pena de muerte al año siguiente) y Tommy Lee Jones (nominado por JFK y ganador por El fugitivo). Ambos se enfrentaban en un caso en el que estaba involucrado un niño que se topaba con información que querían tanto la mafia como el FBI, y que solo podía fiarse, a regañadientes, de su abogada, Reggie Love.

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El cliente

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La relación entre Reggie, el joven Mark (interpretado por el malogrado Brad Renfro) y su madre (Mary-Louise Parker) le da a El cliente un toque distinto del resto de las películas basadas en libros de John Grisham, mientras mantiene una trama conspiratoria repleta de giros y, por supuesto, unos alegatos finales en el tribunal llamados a avivar el interés del público, y a que se ponga del lado de los protagonistas. Si sumamos El Informe Pelícano, con Julia Roberts y Denzel Washington, estas cuatro películas representan el momento cumbre de Grisham en Hollywood. Sus siguientes adaptaciones no consiguieron la misma respuesta en taquilla, ni que los Oscar se fijaran en ellas aunque continuaron contando con actores de renombre para dar vida a sus personajes. Y las tramas seguían teniendo multitud de recovecos, caso de El jurado (2003), donde John Cusack, Gene Hackman, Dustin Hoffman y Rachel Weisz se enredan en un juicio contra una fábrica de armas que está siendo manipulado por un miembro del jurado y por alguien desde fuera.

El género fue perdiendo fuerza con el cambio de siglo, sobre todo porque encontró en televisión un lugar donde continuar contando historias con revelaciones inesperadas, como las que trufaban los episodios de El abogado o, más tarde, las temporadas de Daños y perjuicios, pero todavía se estrenaron algunas películas que intentaban recuperarlo. Ahí encontramos, por ejemplo, Toda la verdad (2016), con Keanu Reeves como un abogado que defiende al hijo adolescente de un amigo suyo, acusado de haber matado a su padre. Con Reeves estaban en el reparto también Renée Zellwegger, Gugu Mbatha-Raw y Jim Belushi, pero los mejores años de estos thrillers legales ya habían quedado atrás.

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Toda la verdad

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Y eso que el propio McConaughey volvería a liderar una película basada en un libro de John Grisham en 2011, con El inocente, que años más tarde acabaría siendo serie en Netflix con el título de El abogado del Lincoln. El actor texano estaba entonces intentando escapar de su imagen de galán de comedias románticas, otorgada por los grandes éxitos de sus películas con Kate Hudson, y aún le faltaba algo de tiempo para lograr su Oscar por Dallas Buyers Club. Las películas de juicios han ido adaptándose a las diferentes décadas en las que se producen y, aunque mantienen la emoción de los testimonios clave en el tribunal y las pruebas de última hora, ya no han vuelto a conocer la misma popularidad que cuando John Grisham las dominaba por completo.

• El cliente: 5 de noviembre.
• Tiempo de matar: 12 de noviembre.
• El jurado: 19 de noviembre.
• Toda la verdad: 26 de noviembre.

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