Coches modificados para ser los más rápidos, personajes fuera de la ley que acaban formando una gran familia encontrada y villanos con pocos escrúpulos y capacidad para hacer mucho daño. Así se ha construido la saga Fast & Furious, que en 2026 cumplirá 25 años desde el estreno de su primera película.
A Todo Gas
La década de los 2000 fue la de la explosión del tuning, esa afición por modificar coches, añadiendo accesorios que los personalizaran al gusto de sus conductores, que de algún modo encontró su máxima expresión en el gran éxito que tuvo en cines A todo gas (2001), una película de presupuesto modesto (menos de 40 millones de dólares) que adaptaba al cine un artículo de la revista Vibe, publicado en 1998, que contaba cómo la escena de lo que en Estados Unidos se llama “drag racing” (carreras con coches modificados) había empezado a despuntar en California y se trasladaba a Nueva York, a finales de la década, en carreras de una milla (aproximadamente, 1,6 kilómetros) en las que se apostaban miles de dólares.
Estas carreras ya habían sido inmortalizadas, en su forma inicial de los años 50, en películas como Rebelde sin causa o Grease, pero A todo gas iba a llevarlas a la máxima expresión, con estética de videoclip, coches repletos de luces de neón, trama de thriller y un reparto consistente en caras poco conocidas y actores que empezaban a llamar la atención en Hollywood, como Paul Walker (que venía del cine juvenil), Vin Diesel (una emergente estrella gracias a El informador) y Michelle Rodríguez (que había ganado varios premios por su primera película, Girlfight). La trama casi era lo de menos: Walker interpretaba a un policía de Los Ángeles infiltrado en la escena de las carreras ilegales de coches para dar con un grupo de ladrones. Allí conoce a Dom Toretto, muy conocido en las calles, y lo que era una investigación policial acaba convertida en una amistad a prueba de todo tipo de problemas.
De aquella primera película, Walker era el alma, por decirlo de algún modo. Ya había trabajado con el director, Rob Cohen, con anterioridad y los productores le habían enseñado el artículo de Vibe y le habían preguntado cuál era su película de acción ideal. “Una mezcla entre Días de trueno y Donnie Brasco”, había respondido él. El filme acabó recaudando más de 200 millones de dólares, asegurándose una secuela y el inicio de una saga que, originalmente, no era fácil de prever.
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Todas las películas de la saga ‘Fast & Furious’
El título original de aquella primera película, The fast and the furious, el rápido y el enfadado, ya daba una pista de qué tiene la saga para encandilar al público. Sobre todo, es la adrenalina de la velocidad de las carreras y cómo la banda de Dom va superando obstáculos cada vez más difíciles, incluso cuando deciden abandonar su vida criminal. La secuela, 2 Fast 2 Furious (2003), es la única en la que no participa Diesel y, para cubrir su hueco, entró Tyrese Gibson para dar vida a un antiguo amigo del personaje de Walker, ya fuera de la policía, que le ayudaba a trabajar para un turbio importador de Miami al que investigaba el FBI. Marcó el camino del éxito para las siguientes propuestas de la saga, que solo tuvo el tropezón en taquilla de la tercera película, A todo gas: Tokyo Race (2006), que se llevaba la trama a Japón y renovaba a todo el reparto, con Lucas Black al frente. Quizá ahí estuvo el principal escollo para su éxito, que los personajes que el público ya conocía no estaban ahí para continuar sus historias de amistad, traiciones y romance.
A todo gas: Tokyo Race
Así que, a partir de la cuarta entrega, Fast & Furious: Aún más rápido (2009), quedarían establecidas las bases sobre las que se construiría realmente la saga, con el centro firmemente establecido en la familia Toretto y sus rivales en el mundo criminal. Además, el elemento de las carreras se eliminaría en Fast & Furious 5 (2013), que apostaría por set pieces más cercanas al cine de acción comercial más habitual, pero aún con gran presencia de coches deportivos de alta gama, que continúan siendo un elemento importante. Vin Diesel ha aumentado, además, su involucración como productor con cada película, de manera similar a cómo hizo con otra franquicia que aumentó su caché en Hollywood, la de Riddick iniciada en Pitch Black.
Hasta llegar a la última estrenada en cine, Fast & Furious X (2023), la saga ha añadido a a actores como Jason Statham, Dwayne Johnson, Gal Gadot, John Cena, Charlize Theron, ha tenido un spin-off en 2019, Hobbes & Shaw, centrado en los personajes de The Rock y Statham, y hasta una serie animada en Netflix, Fast & Furious Spy Racers, estrenada en 2019. Ha logrado sobrevivir a la pérdida de uno de sus grandes protagonistas, Paul Walker, que murió en un accidente de tráfico durante el rodaje de Fast & Furious 7 (2015), y a las desavenencias entre Dwayne Johnson y Vin Diesel creadas en la producción del spin-off, que sufrió varios retrasos. En los más de veinte años de existencia de la franquicia, ha conseguido tener una de las películas que más rápido recaudó 1.000 millones de dólares (Fast & Furious 8), en solo 17 días; las entregas séptima y octava figuran entre las cinco películas estadounidenses más taquilleras en China; Fast & Furious 9 fue de las que más gente llevó a las durante la pandemia, logrando 700 millones de dólares en 2021, y su trailer, además, superó otro récord al alcanzar 262 millones de visionados en YouTube en solo 72 horas, una marca solo a la altura de las películas de Marvel.
Fast & Furious 9
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Los coches de ‘Fast & Furious’
Y luego, claro, están los coches, especialmente los de las cinco primeras películas. Los Mitsubishi Eclipse RS, Mazda RX-7 y Toyota Supra MK IV de las carreras de la primera entrega son ya icónicos, y la saga ha logrado también aprovechar la fotogenia de modelos clásicos como el Dodge Charger R/T de 1970, el Chevrolet Yenko Camaro SYC de 1969, el Ford Escort RS1600 (un clásico de los rallies) o el Jensen Interceptor de 1971. Su popularidad ha llevado a que, como ocurre con la franquicia de James Bond, algunas marcas hayan querido que aparezcan modelos suyos más modernos y futuristas, caso del Koenigsegg CCXR de 2010 o el Nissan Z. Incluso aunque Toretto y los suyos hayan pasado a moverse más en los thrillers de espías, el asfalto no ha estado lejos de sus intereses. Y es muy posible que lo siga estando en la undécima película, con estreno previsto para 2027.
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Las películas del especial ‘A todos gas’ en AXN:
- Domingo 7/12: A todo gas (2001), A todo gas 2: 2 Fast 2 Furious (2003), A todo gas: Tokyo race (2006).
- Domingo 14/12: Fast & Furious: Aún más rápido (2009), Fast & Furious 5 (2011).
- Domingo 21/12: Fast & Furious 6 (2013), Fast & Furious 7 (2015).
- Domingo 28/12: Fast & Furious 8 (2021), Fast & Furious 9 (2021).
El 24 de diciembre se emitirán las seis primeras películas en una programación especial.
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