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Publicado el 19 de mayo de 2025

‘Transporter’, la saga que hizo famoso a Jason Statham

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Marina Such

Periodista especializada en series, aunque en otra vida también escribió sobre baloncesto y astronomía.

Un conductor para criminales con un código, un BMW a toda velocidad por la Costa Azul y un estilo de acción que solo podía conseguirse a principios de 2000. Con esos ingredientes y con el protagonismo de un actor al alza como Jason Statham, Transporter se convirtió en una de las trilogías de acción mas exitosas.

Su receta era combinar dos estilos que, a priori, podían parecer opuestos: el cine de peleas de Hong Kong y la acción comiquera de Luc Besson, director y productor francés que había creado todo un estilo propio con títulos como El quinto elemento, León, el profesional o Taxi Express, que había escrito y producido en 1998 y que aunaba las persecuciones de coches y el humor (además de tener a Marion Cotillard en el reparto). Pero las películas de Besson suelen tener un ritmo frenético y en ellas encaja perfectamente la acción espectacular de los vehículos estelares de Jet Li o Jackie Chan. Así es como surgió Transporter.

‘Transporter’, la unión de dos mundos

La historia transcurre en la Costa Azul, donde Frank Martin es un conductor muy experimentado que se gana la vida transportando “cosas” en su BMW. La definición de esas “cosas” es muy elástica, ya que siempre sin encargos de criminales, pero Frank se rige por tres reglas: nunca cambies al acuerdo, nada de nombres y no abras el paquete. Hasta que un día rompe la última de esas normas y se encuentra con una joven en el maletero, lo que le llevará enfrentarse a los mismos tipos que lo contrataron y que, ahora, pretenden matarlo.

En aquellos primeros compases de los 2000, Hollywood había descubierto cómo los directores y actores de Hong Kong podían revitalizar su cine de acción, y así estaba John Woo dirigiendo Misión imposible 2y Jet Li encadenó Romeo debe morir, El único y Kiss of the dragon, además de que el género estaba también evolucionando por otro lado gracias a El caso Bourne y las películas con Vin Diesel, como xXx o, sobre todo, A todo gas. Además, en Francia, Besson acababa de estrenar, de nuevo como productor, Taxi 2 y, mientras tanto, en el Reino Unido había aparecido un nuevo director Guy Ritchie, que trataba las historias criminales con un aire muy británico y particular. En sus películas había destacado un tipo con pinta de duro llamado Jason Statham, que se estaba reconduciendo a la actuación tras un breve devaneo con el mundo de la moda y los saltos de trampolín, donde había representado a Gran Bretaña en los Juegos de la Commonweath en 1990.

Tenía carisma y el aspecto de alguien que podía acabar por sí solo con toda una banda de peligrosos delincuentes, además de encargarse él mismo de sus escenas de acción, por lo que su siguiente paso hacia ser la estrella total de una de estas películas era solo cuestión de tiempo. Transporter fue su pasaporte hacia convertirse en un protagonista fiable dentro del género. Y la mezcla del estilo de las producciones de Besson y el cine de Hong Kong funcionó: la primera película fue dirigida fue Louis Leterrier, que después saltaría a El increíble Hulk y Fast X, y un veterano del país asiático como Corey Yuen, y encapsulaba su propuesta en una pelea en una estación de autobuses en la que Frank, rodeado por los villanos, derrama barriles de aceite por el suelo para conseguir cierta ventaja. A esta Transporter le seguirían dos secuelas más, en 2005 y 2008, que cimentaron el estatus de Statham en el género.

Jason Statham, el héroe diferente

El actor está especializado en personajes con ocupaciones relacionadas con el mundo criminal que, sin embargo, a menudo siguen su propio código de honor y acaban protegiendo a personas en peligro por la persecución de villanos bastante desalmados y aparentemente invencibles. Alterna películas donde es la gran estrella con secundarios en repartos mucho más corales, como las sagas de Los mercenarios o A todo gas, y siempre aporta en ellas su destreza en las artes marciales.

Y puede presumir de que Transporter no es su única saga de éxito. Menos de una década después repitió un exitoso similar con The Mechanic, remake de una película de los 70 con Charles Bronson en la que Statham es un asesino a sueldo que toma como aprendiz al hijo de su socio, a quien mató engañado por sus empleadores habituales. Protagonizó una secuela en 2016, patrón que ha repetido con otros títulos como Crank. Se ha atrevido también con historias un poco más cómicas, como Espías, junto a Melissa McCarthy y Sandra Bullock, pero es en las peleas cuerpo a cuerpo y en la acción espectacular donde está su fuerte, y donde se podrán comprobar sus habilidades con la programación especial de películas que los Megatítulos de AXN le dedican el 25 de mayo.

Las películas de los Megatítulos de AXN

  • ‘Transporter’ (2002)
  • ‘Transporter 2’ (2005)
  • ‘Transporter 3’ (2008)
  • ‘Safe’ (2012)
  • ‘The Mechanic’ (2011)
  • ‘Los mercenarios 2’ (2012)